Las aplicaciones de la inteligencia artificial (IA) son esencialmente ilimitadas. Los algoritmos que utilizan redes neuronales profundas y aprendizaje automático están diseñados para identificar patrones complejos en grandes volúmenes de información,
Las aplicaciones de la inteligencia artificial (IA) son esencialmente ilimitadas. Los algoritmos que utilizan redes neuronales profundas y aprendizaje automático están diseñados para identificar patrones complejos en grandes volúmenes de información, lo que les permite reconocer imágenes, voz o procesar el lenguaje natural con mucha eficacia. La IA ha llegado a nuestras vidas, y es evidente que va a quedarse, pero lo más sorprendente es que está alterando incluso procesos con los que a priori no tiene ningún vínculo.
De hecho, ni siquiera los CAPTCHAS (Completely Automated Public Turing test to tell Computers and Humans Apart) son inmunes a la IA. Seguro que la mayor parte de las personas que estáis leyendo este artículo conocéis qué es un CAPTCHA, pero, aun así, no está de más que lo repasemos brevemente. Se trata, sencillamente, de una prueba automatizada utilizada para determinar si quien está intentando acceder a un servicio web es una persona o un programa (bot). Este test resulta muy útil para evitar que los bots creen cuentas falsas, lleven a cabo ataques por fuerza bruta o generen correo basura.
Hasta ahora los CAPTCHAS han cumplido su propósito con bastante eficacia porque la tarea que solicitan a menudo no representa ningún esfuerzo para una persona, pero a los programas informáticos convencionales no se les da bien. Aun así, esta tecnología ha evolucionado con el paso del tiempo para incrementar su eficacia. Google ha desarrollado reCAPTCHAv2, que pide al usuario que identifique imágenes o resuelva puzles, y reCAPTCHAv3, que se ejecuta en segundo plano y monitoriza el comportamiento del usuario de una manera transparente para determinar si es una persona o un bot.
Lo que nos ha traído hasta aquí es que reCAPTCHAv2 ya no es infalible. Ni mucho menos. Un grupo de investigadores ha publicado en el repositorio arXiv un artículo interesantísimo titulado «Rompiendo reCAPTCHAv2» en el que demuestra que el modelo de reconocimiento de objetos YOLO (You Only Look Once) es capaz de derrotar a reCAPTCHAv2 con una tasa de éxito del 100% después de haber sido entrenado con una base de datos de 14.000 imágenes. En este escenario este modelo de IA, según ellos, no cometió ni un solo error. Es bastante impresionante por mucho que estemos acostumbrados a las proezas que está alcanzando esta tecnología.
La conclusión a la que podemos llegar es que el desarrollo que ha experimentado la IA pone en tela de juicio la eficacia de los CAPTCHAS que recurren a imágenes para diferenciar a los seres humanos de los bots. El problema es que estos son, precisamente, los CAPTCHAS más utilizados. Esta tecnología de identificación de las personas es importante porque contribuye a incrementar la seguridad en internet, por lo que el desarrollo de la IA está desencadenando la necesidad de idear tecnologías de identificación más robustas que no puedan ser vulneradas. Puede que reCAPTCHAv3 consiga superar el envite de la IA, pero aún es pronto para preverlo. Por el momento lo que sabemos con certeza es que reCAPTCHAv2 ha caído.
Escrito por: Xataka